Tesoros enterrados: Plata Yvyguy al otro lado de la frontera de Paraguay

Un poblador de Misiones (argentina) asegura haber encontrado oro en el patio de su casa.

Se trata de un vecino del barrio Nuevo Garupá que asegura tener la certeza de que en el patio de su casa hay metales preciosos. Recibió la visita de un arqueólogo y el detector de oro que consiguió en una joyería de Paraguay, le dio positivo. En Radio Libertad, dijo que la provincia y el municipio de Garupá le brindaron su ayuda. Hace dos años que trabaja en el hallazgo y tuvo que deshabitar la casa por el olor a tóxico. Esta es la historia.

La historia a oído de quien la recibe puede resultar increíble. Pero no para Orlando Reich, un hombre que reside hace 20 años en el barrio Nuevo Garupá, y a quien se lo conoce como el herrero del pueblo.

En diálogo con este medio, Orlando contó que todo arranca con el inicio de las obras de la Costanera y los trabajos para remover la tierra en la zona.

“Con mi familia empezamos a sentir un olor raro en el patio, como a metal descompuesto y era cada vez más fuerte, hasta que un día se agrietó el piso de mi casa y de ahí salió una luz entre rojiza y azulada, y nos acordamos que hace muchos años mi papá nos contó cómo aparecía el oro en el suelo y esto era parecido. Después de eso lo hablamos con la familia y dijimos si Dios nos da esto tenemos que seguir. Fuimos a Paraguay y lo vimos a un joyero que nos alquiló un detector de oro, y cuando lo usamos nos dio que sí era. Leímos un libro que se llama El buscador de oro y seguimos los pasos”.

El hombre afirma que después de esa certeza le envió una carta al Gobernador, para contarle la historia y pedirle ayuda. “El gobernador envió un arqueólogo y a un secretario. Yo tengo todo documentado y filmado. Debajo de la tierra la forma cuando excavamos era de una pirámide invertida. El arqueólogo me dijo: acá hay algo positivo. Yo le pedí al intendente, Ripolll que me preste una retroexcavadora y me mandó algo similar porque no tenía y con eso también nos arreglamos”.

El trabajo ya lleva dos años y en el medio tuvieron que abandonar la casa por el olor a tóxico y los gases que despide el suelo que hacen daño a la salud. Orlando actualmente tiene custodiado el perímetro de su casa y espera poder extraer el metal.

Dice que se trata de “una bendición de Dios”, y que por suerte le tocó a él, porque sabe de las necesidades incluso de la gente, razón por la que asegura que donará la mitad del oro que se extraiga a la provincia. “Tengo que ser agradecido y no me puedo quedar con todo, yo estoy seguro en un ciento por ciento que es oro”.

Fuente: misionesonline.net