Una parte del árido e inhóspito suelo del Chaco Boreal, al noroeste de la capital paraguaya, fue convertida en un polo de desarrollo de la industria láctea por los descendientes de inmigrantes rusos de la iglesia menonita que, precisamente, recordaron los 80 años de la fundación de la colonia.
Fernheim, a 480 kilómetros al noroeste, fue fundada el primero de julio de 1930 por Isaak Braun quien había llegado desde Rusia junto unas 15 familias buscando "la tierra prometida", huyendo de las persecuciones religiosas que por entonces existía bajo el régimen comunista de la desaparecida Unión Soviética.
En la actualidad, en el país existen unos 32.000 menonitas seguidores del líder religioso Menno Simons del Siglo XVIII, la mayoría paraguaya, dedicándose a la agricultura, ganadería y comercio en general.
"La historia menonita en Paraguay es interesante porque el desértico Chaco Boreal fue un estímulo para trabajar y progresar. El que no se esforzaba, moría", explicó a la AP el pastor Ricardo Frisen, nacido en Fernheim.
"Mis padres me hablaban de lo duro que era avanzar en un terreno seco, pero con mucha fe en Dios, poniendo en práctica el sistema cooperativo de la solidaridad, de ayuda mutua, la colonia logró el éxito", expresó.
Añadió que "hoy existen herramientas modernas para mejorar la producción agrícola e industrial pero todavía oramos mucho a Dios para que llueva. El agua es escasa pero cuando llueve, la almacenamos todo lo que se pueda".
Rogelio Duarte, paraguayo pero teólogo del Centro Evangélico Menonita, en entrevista con The Associated Press, afirmó que "el paradigma de los inmigrantes fue fe en Dios, trabajo duro y constante de la tierra y, la unidad de las personas para afianzar la colonia".
"Decenas de personas de las etnias Guaraní, Nivaclé y Enlhet encontraron en las colonias una forma de vida digna a través del trabajo en las haciendas", comentó.
Las primeras cinco grandes colonias fueron, además de la pionera Fernheim, Neuland, Menno (Loma Plata) y Voledam.
En la región oriental están asentados otros tres centros productivos menonitas como Nuevo México, Nueva Durango y Río Verde, pero de la rama ortodoxa, cuyos habitantes se visten aún modestamente como hace doscientos años, rechazando los elementos de la modernidad.
Duarte comentó que "estos ortodoxos, incluso, no participan en los congresos mundiales porque los consideran modernos; hay grupos que se niegan a utilizar teléfonos celulares y hasta botones en sus vestimentas, pero el dogma es el mismo".
Gerardo Klassen, presidente de la cooperativa de Fernheim, informó que abastecen el 75% del consumo lácteo del país, "pero además nuestras plantas acopian y procesan materias primas agrícolas para su comercialización y distribución, incluso exportamos cortes de carne vacuna a Europa".
La integración de los menonitas a la vida social, deportiva y política es tal que durante el anterior gobierno del presidente Nicanor Duarte (2003-2008), el ministro de Hacienda fue Ernest Bergen y el viceministro de Tributación, Andreas Neufeld, ambos provenientes de las colonias del Chaco Boreal.
En la Colonia Fernheim, tras el final del partido de octavos de final en la Copa del Mundo de Sudáfrica en el que Paraguay superó a Japón en tiros penales, clasificando por primera vez en ocho Mundiales a cuartos de final, centenares de jóvenes menonitas vestidos con la camiseta albirroja salieron a las calles a festejar.
Y en Asunción, en uno de los colegios secundarios más populares de la congregación, el Concordia, en las aulas fueron instalados televisores para que los alumnos observaran los cotejos de Paraguay; luego seguían con las clases.
Sitio Web de la Colonia: http://www.fernheim.com.py
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