A dos años de la victoria electoral con la que el presidente Fernando Lugo desalojó del poder al Partido Colorado, que gobernó Paraguay durante 61 años en forma ininterrumpida, el balance arroja pocas promesas cumplidas y muchas críticas y acusaciones.
El 20 de abril de 2008, el ex obispo católico que se ubica en el centro del espectro ideológico y político, ganó por amplio margen y generó todo tipo de expectativas. Cuando asumió su mandato, en agosto de ese año, el apoyo de la población sobrepasaba el 90%, según las encuestas.
Hoy ese apoyo bajó considerablemente, aunque se mantiene por encima del 50%. Al respecto, Lugo reconoció que no pudo cumplir con la mayoría de las promesas realizadas, debido a la situación en que recibió las instituciones estatales.
La expectativa que se creó el 20 de abril fue tan grande, y yo creo que la capacidad de las instituciones estatales no estuvo a la altura de satisfacer los pedidos de la ciudadanía
Fernando Lugo, presidente de Paraguay
"La expectativa que se creó el 20 de abril fue tan grande, y yo creo que la capacidad de las instituciones estatales no estuvo a la altura de satisfacer los pedidos de la ciudadanía", dijo el mandatario este martes a la prensa.
Pese a ello, sostuvo que en estos 20 meses de gobierno "hubo avances" y que "una gran mayoría mantiene intacta la esperanza del cambio y de un Paraguay nuevo".
El logro más significativo, sin duda, es la concreción de la gratuidad en todos los servicios de la salud pública y la puesta en marcha de una red de atención primaria.
Asimismo, el gobierno declaró prioritario un programa asistencial a familias ubicadas en la franja de extrema pobreza, consistente en un aporte económico mensual de unos US$60. "Este apoyo social creció de 15.000 familias a 130.000, y llegará a 200.000 para fin de año", refirió el ministro de Información y Comunicación, Augusto Dos Santos, en una entrevista.
Divergencias y acusaciones
Sin embargo, los festejos de este segundo aniversario se ven opacados por las acusaciones de corrupción y por las relaciones críticamente tensas con el vicepresidente Federico Franco así como con el Congreso.
Lugo tuvo divergencias con Franco desde el principio del mandato presidencial, pero es en este periodo reciente que el vicepresidente se enfrentó abiertamente al primer mandatario a quien acusa de marginar y excluir de los principales cargos y decisiones del gobierno a la corriente interna de su partido, el derechista Liberal Radical Auténtico, que él encabeza.
El vicepresidente, en la práctica, también lidera la oposición a Lugo a tal punto que el domingo pasado encabezó una "caravana de la dignidad" y criticó los hechos de corrupción que salen a la luz pública.
"Lastimosamente hoy estamos salpicados por casos de corrupción, donde funcionarios que no son precisamente liberales vienen a robar nuevamente al pueblo paraguayo", dijo Franco al referirse al ministro Camilo Soares, procesado por un presunto perjuicio al Estado de casi un millón de dólares, proveniente, supuestamente, de sobrefacturaciones.
La misma suerte corrió el presidente de la compañía petrolera estatal, Petropar, Juan González Meyer, quien está procesado por una supuesta "lesión de confianza".
Según la imputación fiscal, admitida por un juez, Petropar dejó de percibir unos US$264.000 al no cobrarle a la petrolera venezolana PDVSA por el alquiler de tres tanques de almacenamiento de combustible, para lo que se denomina "reserva estratégica".
De acuerdo a la acusación, mientras PDVSA vendía el combustible almacenado a Bolivia, Petropar no cobraba nada en concepto del alquiler de los tanques.
Camilo Soares pertenece al izquierdista Partido Movimiento al Socialismo y está considerado como uno de los funcionarios más cercanos al jefe de Estado, en tanto que González Meyer es un profesional independiente.
Continuidad de políticas anteriores
"Lo globalmente resaltante de este periodo es no sólo la continuidad de los planes económicos neoliberales aplicados por el gobierno anterior (Nicanor Duarte Frutos y el Partido Colorado), sino de sus vicios, como la corrupción y la utilización de las políticas basadas en el prebendarismo y el clientelismo", le dijo a BBC Mundo, el sociólogo y analista político Ronald León Núñez.
Lugo defraudó la confianza y la esperanza del pueblo que le votó hace dos años. Lejos de impulsar los cambios que prometió y que anhelaba la gente, demostró ser más de lo mismo y solo ofreció un triste continuismo
Ronald León Núñez, sociólogo y analista político
"Lugo defraudó la confianza y la esperanza del pueblo que le votó hace dos años. Lejos de impulsar los cambios que prometió y que anhelaba la gente, demostró ser más de lo mismo y solo ofreció un triste continuismo", agregó.
Por su parte, el secretario ejecutivo de una Mesa Coordinadora Sindical, Julio López, coincidió con León Núñez en lo que se refiere a la situación de los trabajadores.
"No han cambiado las políticas de flexibilización y precarización laboral, la persecución sindical, la violación al derecho a la negociación colectiva, el irrespeto al salario mínimo o la violación de los derechos adquiridos y lo peor es que sigue en aumento el desempleo y la miseria de cientos de miles de familias de trabajadores", le manifestó López a BBC Mundo.
A dos años de su victoria electoral y 20 meses de gobierno los puntos centrales de su compromiso electoral parecen seguir lejos de cumplirse: la reforma agraria, la soberanía energética y la lucha contra la corrupción.
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