Lugo advierte a “conspiradores” que no lo sacarán

“AFUERA YA NO MENDIGAMOS”, SEÑALO

Lugo dijo que “no habrá conspiraciones que detengan el cambio”. Señaló que “el país nunca más será de cuarenta ladrones” y exigió a sus colaboradores honestidad a toda prueba y que se dejen de los disensos mediáticos. Dijo que los corruptos no tienen cabida en su gobierno y que la cárcel es el destino de los “ladrones y saqueadores del pueblo”. Anunció que la reforma agraria se hará, “pese a quien le pese”, y que la soberanía paraguaya en Itaipú es innegociable.

¿El nuevo Lugo? Puños cerrados, gestos enfáticos, advertencias a colaboradores, “conspiradores”. Fernando Lugo intenta renovar compromiso con la gente y esperanza en el proceso de cambios a un año de su gobierno.

Con el rostro más serio, con frases cortas y cerradas, de fuerte énfasis en la voz, y un áurea de mando que lo distancia de su pasado de obispo, apareció Fernando Lugo anoche en el escenario montado en la plaza Marcelina Insfrán, San Lorenzo, ante unas 15.000 personas. Luego de cerca de un año en un gobierno de fuertes críticas por imprecisiones e idas y vueltas de acciones dilatorias y, como si fuera poco, en el que se lo encuentra un hijo y otra demanda también por reconocimiento de un hijo con otra mujer.

En el escenario, todos o casi todos los que estuvieron con él y están todavía, salvo la ausencia evidente del vicepresidente Federico Franco, quien apareció entre la gente al inicio del discurso presidencial, en andas, como diciendo yo estoy, no ahí. “Que se desinfle el globo de la inestabilidad y que nazca una justicia honesta, sin cárceles vip”, señalaba en ese momento Lugo, en un cuadro extraño en que el discurso parecía dirigido a Federico Franco –entre otros–, que así como apareció desapareció entre la gente.