El estudio abarcó entrevistas a más de 20 mil personas en cinco mil hogares de las áreas urbanas y rurales de todo el país, con la excepción de los departamentos de Boquerón y Alto Paraguay, que representan de conjunto el dos por ciento de la población total.
Norma Medina, directora de la Encuesta, explicó en la presentación del documento que el método utilizado para la investigación fue el denominado Línea de pobreza, que mide ingresos de los hogares y se comparan con la canasta básica de consumo.
Los estimados indican que el valor para cubrir los requerimientos nutricionales mínimos de un hogar el pasado año ascendió aproximadamente a un millón 646 mil guaraníes, poco más de 400 dólares al cambio actual.
Refirió que la canasta para la línea de pobreza extrema es de alrededor de 263 mil guaraníes (66 dólares) a nivel nacional en promedio, mientras que la de la pobreza total es de 411 mil guaraníes mensuales por persona (103 dólares).
De acuerdo con esos resultados, la población paraguaya considerada en situación de pobreza el pasado año fue de dos millones 197 mil personas, con alrededor del 49 por ciento (un millón 277 mil) residentes en el área rural.
En el caso de la pobreza extrema esos valores fueron del 19,4 por ciento de la población (un millón 230 mil), de los que el 32,4 (847 mil) viven en el campo.
Los datos indican que la zona rural es la más afectada por la indigencia tanto en porcentajes como en valores absolutos.
Al referirse a la brecha de pobreza, Medina explicó que en el área rural es más profunda que en los dominios urbanos porque con el ingreso promedio de los pobres no alcanza para cubrir el 45,5 por ciento de la canasta básica.
En el área urbana este indicador se reduce al 34 por ciento, si se tiene en cuenta que los ingresos representan cerca del 66 por ciento, dijo la funcionaria.
El ingresó per cápita de la población en los últimos cinco años ha ido creciendo en términos nominales, con mayor incremento en el área urbana que en la rural, pero paralelo a ello hubo aumento también del precio de los alimentos.
Explicó que estos aumentos no se reflejaron de manera sistemática en todos los niveles y condiciones de vida de la nación.
El ministro de la Secretaría Técnica de Planificación, Hugo Roing, apuntó que la estructura económica vigente en el país determina que los ingresos se concentran en la capital.
Si queremos, afirmó, que las bondades económicas lleguen a las personas de más bajos niveles de ingresos es necesario implementar instrumentos de desarrollo.
(Prensa Latina)
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