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PALPITANDO PARAGUAY EN EL MUNDIAL: El arte defensivo guaraní (FIFA.com)



En conformidad con algunas de las últimas tendencias en el deporte rey, que proponen un juego cada vez más físico y fuerte, algunas de las selecciones participantes en la Copa Mundial de la FIFA impresionan por la estatura de sus jugadores y por la concentración de torres en sus defensas.
Como viene siendo habitual en sus últimas participaciones en la competición, Paraguay también erige sus murallas, y su ambición en Sudáfrica 2010 sigue sin duda ese patrón establecido. La diferencia radica en que el combinado sudamericano opta por un camino diferente a la hora de combatir a los rivales.
Algunos equipos se imponen por su altura o fortaleza física, como Nueva Zelanda, cuyos defensores presentan una media de 1,88 metros, o Eslovaquia, con un promedio de 1,84, dos de los rivales de Paraguay en el Grupo F. Entretanto, la Albirroja procura combinar experiencia, entendimiento y técnica para defender la reputación de su zaga, cuya media es de 1,79.
En una entrevista en exclusiva para la FIFA, algunos de los defensas de la selección paraguaya han hablado acerca de esa reputación y del reto que supone mantenerla frente a los mejores jugadores del mundo. Si tienen éxito en esta empresa, las pretensiones del equipo sudamericano aumentarán considerablemente, sobre todo teniendo en cuenta la extensa lista de opciones de las que dispone hoy día en ataque.
A juzgar por el empate a 1-1 en el estreno contra Italia en Ciudad del Cabo, el técnico Gerardo Martino está llevando a su equipo por el buen camino. Frente a los italianos, Da Silva formó en el centro de la zaga junto a Antolín Alcaraz, mientras que Carlos Bonet ocupó el lateral derecho y Claudio Morel el izquierdo. En una batalla que se desarrolló bajo la lluvia, el cuarteto defensivo rayó a gran altura y no tuvo nada que envidiar a la retaguardia que lidera Fabio Cannavaro.
El orden de los factores
Tanto en el juego aéreo, con una gran precisión en el salto y el despeje, como en el robo de balones rasos en jugadas individuales de los Azzurri, o como en la presión, la defensa paraguaya mostró garra y seguridad, y sólo cometió 15 faltas. La consigna es repetir la actuación frente a eslovacos y neozelandeses en los próximos partidos. “Tenemos que saltar al campo con la misma voluntad y actitud que mostramos contra Italia”, declaró el veterano Denis Caniza, que disputa su cuarta Copa Mundial de la FIFA.
La defensa paraguaya también destaca por la aplicación táctica de sus miembros, facilitada por un entendimiento de varios años que se incrementó durante la excelente campaña del combinado albirrojo en la fase de clasificación sudamericana a las órdenes de Martino. “Cada uno contribuye de la manera que puede. Siempre pensamos en positivo, estemos en el campo o no”, aseguró Bonet. “Veo al grupo muy unido y eso es lo que nos permite tener éxito. Confío en que mis compañeros hagan un gran Mundial y nos permitan entrar en la historia. Vamos por buen camino y espero que todo salga bien”, añadió Caniza.
Un tercer elemento, igual de importante, es la experiencia de los implicados. Bonet disputa su tercera Copa Mundial de la FIFA y Da Silva la segunda. Morel llegó a participar en las eliminatorias para la cita mundialista de 2002. Alcaraz es el único que se puede considerar un novato, con sólo siete partidos en la selección, aunque se encuentra ya totalmente integrado. “Serán partidos difíciles, pero, si mantenemos la calma y la paciencia, podemos superar el reto y seguir adelante. Siempre somos prudentes en el campo y procuramos hacer lo que nos pide el seleccionador”, aseguró Morel.
Una tradición¿Cómo explicar esa especial destreza de los defensores paraguayos en el despeje? El portero Justo Villar, un observador privilegiado, aventura una hipótesis de carácter histórico. “Pienso que esta tradición tiene que ver con el hecho de que, en el pasado, los campos de fútbol de Paraguay no presentaban las mejores condiciones. No se podía jugar mucho a ras de suelo, así que la solución era buscar el juego aéreo. Eso nos volvió más fuertes y, probablemente, contribuyó a la formación de nuestra defensa”, aseguró. “Pero continuamos mejorando, y hoy vemos muchos defensas paraguayos en las grandes ligas, lo que demuestra que nuestra habilidad es muy apreciada”.
Paulo da Silva, del Sunderland inglés, es uno de esos jugadores paraguayos que andan recorriendo el mundo. “Estoy orgulloso de formar parte de una selección en la que han jugado futbolistas de la talla de Carlos Gamarra y Celso Ayala”, declaró el veterano zaguero, citando a dos pilares ya retirados de una defensa implacable. “Es una virtud de los jugadores paraguayos y espero que en este Mundial podamos ver una gran defensa, muy sólida ahí atrás”.

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